Emblema del Mediterráneo y sus culturas ancestrales, el olivo no solo permite un paisaje bañado por árboles robustos y verdes, sino que el aceite de su fruto riega una de las dietas más ricas del mundo, como es la Mediterránea. En el Día Mundial del Olivo, cada 26 de noviembre, se celebra la existencia de un árbol que conforma un símbolo de identidad y bienestar con su imagen y sus frutos, especialmente a las costas del sur de Europa y norte de África, que expanden su influencia al resto del mundo.
La historia mediterránea, bordeada de olivos
Este árbol emite una miticidad como ningún otro, lo que ha respaldado milenios de veneración. En la antigua Grecia, se decía que la diosa Atenea había creado los olivos como símbolo de prudencia, sabiduría y justicia. De hecho, el primer olivo de la historia se dice que fue plantado por la diosa en la Acrópolis de Atenas, lo que lo implantaba como icono de la victoria ateniense. También demostraba el olivo paz y prosperidad, así como la recuperación y resistencia.
Desde 2019, se celebra el Día del Olivo, que fue reconocido por la UNESCO a propuesta de Líbano y Túnez, cuyas costas perfiladas por olivos preceden milenios de historia. El objetivo del fundamento de este día es compartir y proteger los valores de paz y armonía que simboliza el olivo.
Se pone de relieve el oleoturismo y la oleicultura así como el crecimiento económico y desarrollo sostenible que implica el cuidado de los olivos. Por otra parte, se pone a este árbol como imagen de salud y protección contra el cambio climático.
Del olivo, todo
El olivo es un árbol especialmente versátil, asumiendo que todas sus partes tienen usos culinarios y medicinales destacados y que en muchas ocasiones (por no decir todas) suponen la base de una alimentación saludable y adecuada.
La hoja del olivo. Suele pasar desapercibida, pero contiene grandes beneficios para la salud debido a sus propiedades antioxidantes. Aunque se utiliza en algunas recetas, al igual que otras hierbas aromáticas, para absorber todo su potencial, los tés e infusiones con hojas de olivo siempre han servido como remedio natural de la medicina tradicional. Alivian la hipertensión arterial y reducen los efectos del estrés oxidativo, entre otros beneficios.
Las aceitunas. Poco queda para decir sobre este ingrediente esencial para la dieta mediterránea. Existen más de 200 variedades de olivos tan solo en España y cada una tiene su propia variedad de aceituna dependiente del suelo en el que crezca el árbol, la temperatura del ambiente o la altura del terreno. Las aceitunas conforman el mejor aperitivo, acompañante o ingrediente, por no mencionar que gracias a ellas podemos acceder el aceite de oliva, la grasa natural más saludable de la gastronomía.
La madera de olivo. Mantiene usos gastronómicos, ya que se utiliza para la construcción de los utensilios culinarios que guardan todas las cocinas. Las tablas de madera de olivo son de mayor dureza debido a la cantidad de años que tardan estos árboles en crecer; no es madera porosa, lo que la convierte en antibacteriana; al ser de fibra lisa, su particularidad sensorial es que la madera de olivo, en tablas o cubiertos diversos, en mucho más aromática, por no recordar un bonito estilismo para las cocinas.