—El universo existe solamente debido a la vida, y todo ser vivo se alimenta.
—Los hombres se alimentan, pero solamente los hombres de distinción saben comer.
—El destino de una nación depende de la manera de la cual se alimenta.
—Dime lo que comes y te diré quién eres.
—El creador, por el hombre condenado a comer para vivir, invita a que lo hagan con apetito, y a recompensarse con placeres.
—La debilidad para el buen alimento es un acto del juicio por el cual damos preferencia a las cosas que son agradables al gusto, sobre las que no tienen esa calidad.
—Los placeres de la mesa son para todas las edades, para todas las condiciones, para todos los países, y para todos los días; pueden ser asociados al resto de los placeres, y siguen siendo el pasado para consolarnos de su pérdida.
—La mesa es el único lugar adonde uno nunca consigue aburrirse durante la primera hora.
—El descubrimiento de un plato nuevo hace más para la felicidad de la humanidad que el descubrimiento de una estrella nueva.
—Los que comen demasiado o se emborrachan no saben comer o beber.
—La clasificación del alimento va del más sustancial al más ligero.
—La clasificación de bebidas va del más templado, al más aromático.
—Un postre sin queso es como una muchacha bonita tuerta.
—Uno puede llegar a ser un buen cocinero, pero buen asador se nace.
—La cualidad imprescindible de un cocinero es la puntualidad; debe también ser la de sus huéspedes.
—Esperar un último huésped demasiado tiempo es una carencia de consideración para los otros huéspedes.
—Una persona que recibe a amigos, y que no brinda ningún cuidado personal a la comida que está preparada para ellos, no es digna de tener amigos.
—La señora de la casa debe cerciorarse de que el café sea excelente; y el amo de la casa que los alcoholes de la primera calidad.