Tras una campaña iniciada antes de lo habitual, este martes culminó la vendimia de la Denominación de Origen Cigales en Cubillas de Santa Marta. El clima y las plagas han hecho mella esta ocasión, derivando una reducción del 21% respecto al año anterior. De esta forma, la cosecha que se registró fue de 6.108.949 kilos de uva frente a los 7.772.794 kilos de 2023.
La vendimia de este año ha transcurrido de manera tranquila, según explicó la directora técnica de la Denominación de Origen Cigales, Águeda del Val. El inicio fue pausado, con un ritmo bajo de entrada de uva en las bodegas hasta que, a partir de la semana del 16 de septiembre, la actividad se intensificó.
Por otro lado, también resaltó la búsqueda de graduaciones alcohólicas más bajas, en línea con las tendencias de vinos más ligeros que ganan cada vez más terreno en el mercado. De ahí el adelanto del inicio de la campaña, sin que ello suponga dejar de lado la intención de elaborar tintos de guarda, crianzas y reservas.
La merma está dada por la persistencia de altas temperaturas sumado al estrés hídrico acumulado en los dos últimos años de sequía y una plaga de conejos que ha afectado de manera importante a los viñedos de la zona. Respecto a este último factor, de hecho, según indican desde la DO, todavía cuesta mitigar.
Pese a ello, del Val destacó algunos aspectos positivos de la campaña. “El buen estado sanitario del fruto y los parámetros favorables recogidos por los enólogos auguran una excelente calidad en los vinos de este año”, aseguró.
La Denominación de Origen Cigales abarca 1.886 hectáreas y cuenta con 286 viticultores y 30 bodegas. Allí La Tempranillo supone la variedad predominante en la comarca, con el 86%. Mientras, las variedades Verdejo, Albillo, Viura y Sauvignon Blanc representan el 8% de la producción total, y las tintas como Garnacha Tinta, Merlot, Cabernet Sauvignon y Syrah suponen el 6%.
Portada cortesía de DO Cigales.