“Açò és or, xata!”, cuenta la leyenda que exclamó el rey Jaime I el Conquistador cuando probó la bebida más valenciana al entrar al territorio de lo que hoy es la Comunidad Valenciana allá por el siglo XIII. Lo traduciríamos del valenciano como "Esto es oro, chata", negando que se tratara de simple leche de chufa. No sabríamos decir qué parte es más llamativa, si la de "oro", por la calidad de la bebida, o la de "chata" como forma tradicional de llamar a las chicas jóvenes en la zona.
Lo que sí sabemos es que la horchata es una refrescante bebida hecha a base de chufa y que no solo se habla de una delicia líquida para el verano mediterráneo, sino que compone un elemento identitario para todos los valencianos. Fácil es ver una sonrisa en la cara del valenciano cuando de horchata se habla.
¿Qué hace a la horchata tan especial?
Este tipo de leche vegetal contiene grandes propiedades por las que elegir beberla, pues es una muy buena opción. Cuando se está cerca de la playa es la mejor forma de mitigar el calor veraniego y mantenerse bien hidratado, pero también se utiliza para paliar problemas cardiovasculares y disminuye el colesterol por su gran aporte en minerales.
Además, no contiene cafeína ni lactosa, aunque su aporte en azúcares es alto por la sacarosa y el almidón, sin que la glucosa entre en el juego. Por todo ello, es un gran sustitutivo de la leche de vaca común.
Patrimonio valenciano en la bebida del verano
Si visitas alguna de las tierras valenciana y escuchas que alguien pide "una líquida", entra en el juego, están pidiendo una horchata típica.
Por otro lado, los valencianos son expertos en hacer mil combinaciones con sus productos estrella, pero no se puede mezclar con cualquier cosa o se escandalizarán y acudirán a una de sus coletillas favoritas: "eso es horchata con cosas". Lo más divertido es que cada una de estas mezclas tiene un nombre, aunque todas reciben el apelativo de "barreja".
Es muy popular en toda la Comunidad Valenciana realizar combinados de orxata con granizado de café a lo que llaman "sol i sombra" -sin alcohol- o un "mig i mig" (mitad y mitad); con granizado de limón lo conocen como un alicantino o un canario (no le busques mucho sentido, probablemente, no lo tiene); también la mezclan con cebada, a lo que, en algunas zonas, llaman "mulata", e incluso es muy típico tomar horchata granizada en sí misma en lugares como Valencia capital, por eso hay que diferenciarla de una tipiquísima líquida.
La mejor horchata de España está en Alboraya
En Alboraya, en la costa de la provincia de Valencia, se encuentra la mayor producción de horchata de España y, popularmente, es conocida como la de mejor calidad. Si vas a Valencia y tienes la oportunidad de pasar por sus fábricas de horchata, te la venderán por vasos e incluso por litros. Pero ojo, porque las condiciones para mantenerla son bastante específicas y es fácil que se eche a perder.
Además, la puedes acompañar de sus muy demandados fartons, unos bollos dulces típicos valencianos, alargados y espolvoreados con azúcar glass, perfectos para mojar o "sucar" en la horchata. Los inventó la familia Polo, una de las marcas más reconocidas del mercado horchatero.
La horchata es patrimonio de la Comunidad Valenciana, y si lo discutes, probablemente aparezca un valenciano a reclamártelo. Tanto es así que existe un comité regulador de la Denominación de Origen de la chufa, mantiene sus propias normativas de calidad y se celebra el Día de la Horchata (9 de julio), momento en que, en Alboraya, se reparten centenares de litros de horchata de forma gratuita en las horchaterías, todas ellas míticas en el imaginario común valenciano.