La historia del vino entrelaza fascinantes episodios de la humanidad donde es notable y multifacética la influencia de Inglaterra hasta la actualidad. El vino ha sido una constante en la historia humana, siendo una fuente de celebración, consuelo y a veces, resistencia.
En el siglo XII, el matrimonio de Leonor de Aquitania con Enrique II de Inglaterra en 1152 dio origen al el Ducado de Aquitania, el mismo que incluye Burdeos que bajo el control inglés. Esto facilitó el comercio del vino de Burdeos con Inglaterra, incrementando la popularidad del "claret" (vino tinto claro) en el país.
En el siglo XIII-XIV el vino de Burdeos dominaba el mercado inglés. Los comerciantes ingleses establecieron rutas comerciales y desarrollaron una fuerte demanda por estos vinos.
Su influencia en el Champán en el siglo XVII con la documentación del proceso de adición del azúcar para inducir una segunda fermentación, fue esencial para la producción de la burbuja que fue parte del científico Christopher Merret y el desarrollo de la botellas más fuertes para soportar la presión y los corchos para un sellado hermético.
Inglaterra cambió el designio de zonas vitivinícolas con mucha fuerza debido a su rol de imperio de ultramar y por haber sido una potencia náutica y comercial de Europa por sus vinos, lo que ha sido sin duda alguna un actor importante en la historia del vino.
Para sus travesías el agua no podía ser una fuente de hidratación, por lo que el vino se convertía en un elemento de gran importancia en sus viajes que podían durar semanas o meses. La transportación del vino ha sido un reto hasta la actualidad.
Hay que imaginarse cómo en la antigüedad, cuando las barricas fueron por muchos siglos el método de almacenaje para el transporte, donde muchos de los vinos se avinagraban o dañaban, ¿qué se hacía? En los puertos de España, Francia y Portugal se encuentran nombres de descendientes británicos, como González-Byass, Sandeman, Blandy's, Osborne, Williams & Humbert, Garvey, Graham's, Croft, Burmester, Marsala que no siendo nombres españoles o portugueses , dejaron una importante herencia enológica.
En el consumo y los mercados, Inglaterra sigue siendo uno de los más importantes para los vinos de todo el mundo. Las tendencias de consumo y las preferencias de los consumidores ingleses han tenido un impacto significativo en la producción y comercialización global del vino.
La relación de Inglaterra con el vino ha moldeado no solo su propio mercado y preferencias, sino también ha influido en prácticas vitivinícolas y comerciales a nivel global. Esta interacción ha dejado una marca duradera en la industria del vino, reflejada en las técnicas de producción, las tendencias de consumo y las estructuras comerciales actuales.
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